La vitamina D ayuda a tu sistema inmunitario a combatir los gérmenes (bacterias y virus, como el coronavirus), además de ayudar a reducir la inflamación en las células, fortalecer tus huesos y prevenir la osteoporosis.
Nuestra mayor fuente es la exposición solar; basta con que te pongas a la luz del sol entre quince y veinte minutos para recargar las pilas.
La otra forma es a través de alimentos ricos en esta vitamina. Sería interesante que aumentaras el consumo de pescado azul, como el atún o el salmón, huevos, champiñones y de alimentos fortificados (leche semidescremada o descremada, cereales, bebidas a base de soja y yogur).
Es posible que puedas necesitar un aporte adicional si :
- No te expones mucho a la luz del sol ( especialmente si estás confinada en tu casa).
- Si estas en la menopausia.
- Si tienes sobrepeso o si presentas alguna enfermedad que dificulte que el intestino absorba la grasa (la vitamina D es una vitamina soluble en grasa, lo que significa que la debe absorber el intestino).
Habla con tu médico por si necesitas tomar un aporte de vitamina D.