Declárale la guerra a la dismenorrea. Eso de que las mujeres hemos nacido para sufrir, se acabó hace muchos años, ¡el dolor menstrual tiene tratamiento! Créeme, hay muchos remedios para tratar el dolor que se produce durante la menstruación.

En este artículo vamos a revisar todo lo que debes saber sobre el dolor de regla, y te voy a dar unas recomendaciones sobre lo que puedes hacer para tratarlo.

¿Qué es la dismenorrea?

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La dismenorrea es el dolor que se produce en la zona baja del abdomen durante la menstruación.  

Suele comenzar uno o dos días antes y, dependiendo de la causa, puede desaparecer el primer día de la regla, o incluso aumentar de intensidad durante la misma.

Aunque mucha gente lo considera un dolor con el que hay que convivir, dependiendo de la intensidad del mismo, puede ser un problema tan importante, que incluso te impida realizar tu actividad diaria, y sea causa de absentismo laboral o escolar.

Las características del dolor son muy variables, pudiéndose presentar como un dolor tipo cólico, con picos de dolor de mayor intensidad o un dolor continuo en la zona pélvica.

En ocasiones se puede asociar a náuseas o vómitos, cefalea, diarrea o estreñimiento, muchas ganas de hacer pis e incluso dolor o calambres en las piernas.

Pero lo que tienen en común todos estos cuadros, es que se producen alrededor de la menstruación, independientemente de que duren más o menos, siempre se producen en relación con la regla.

¿Cuáles son las causas del dolor menstrual?

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El dolor de regla lo podemos clasificar en 2 tipos distintos, en función de la causa:

La dismenorrea primaria.

Es la más frecuente, y no hay una causa orgánica de la misma. Parece que está producida por un desequilibrio en la producción de prostaglandinas en el útero, lo que provoca contracciones y dolor.

Suele aparecer desde la adolescencia, con las primeras menstruaciones y en estos casos, casi siempre mejora a partir del segundo día de la regla.

La dismenorrea secundaria.

Está producida por alguna patología orgánica, ya sea en el útero o en los ovarios. La causa puede ser una endometriosis (enlace al artículo: cómo saber si tengo endometriosis), una adenomiosis, quistes ováricos (enlace al artículo: me tengo que preocupar si tengo un quiste de ovario) y pólipos o miomas (enlace al artículo: resuelve tus dudas sobre los miomas), entre las causas más frecuentes.

En estos casos el dolor menstrual no suele iniciarse en la adolescencia como en la dismenorrea primaria, y puede durar más días, e incluso aumentar los días siguientes al comienzo de la menstruación, como ocurre en la endometriosis. A veces se acompaña de otros síntomas como sangrado más abundante si la causa es un pólipo o un mioma.

¿Es necesario acudir al ginecólogo?

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En general sí. Aunque lo más frecuente, sobre todo en mujeres jóvenes, es que sea una dismenorrea primaria, es decir, la que no está causada por ninguna patología.

Para poder hacer un tratamiento adecuado, es necesario descartar la presencia de alguna de las causas de dismenorrea secundaria.

En la consulta lo primero que hay que hacerte es una historia clínica, para ver las características del dolor y si tienes enfermedades o síntomas que nos hagan pensar en alguna patología para orientar el diagnóstico, y sobre todo de cara a planificar el tratamiento más adecuado.

Después te haremos una exploración ginecológica y una ecografía, y probablemente con eso sea suficiente para hacer un diagnóstico de la causa de tu dolor.

Es más raro, pero a veces es necesario completar el estudio con pruebas complementarias como una resonancia, una analítica o incluso una laparoscopia (enlace al artículo: resuelve tus dudas sobre la laparoscopia).

¿Tiene tratamiento el dolor menstrual?

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Pues claro que sí, hace ya muchos años que las mujeres se tenían que quedar en casa por el dolor cuando tenían la regla. Eso hoy en día es inadmisible, si te duele la regla consulta con tu ginecólogo, seguro que podemos ayudarte. 

Hay una serie de medidas generales que además de mejorar la dismenorrea, van a ser beneficiosas para tu salud, como es el dejar de fumar, dormir un número suficiente de horas, realizar ejercicio diario, reducir el alcohol y la cafeína y cambios en la dieta, como disminuir el consumo de grasas saturadas y aumentar el consumo de frutas y verduras.

Otra medida muy sencilla y bastante eficaz es aplicar calor en la zona pélvica, ponte  una bolsa de agua caliente o una compresa o toalla y es probable que sólo con esto mejore tu dolor.

También parece que los suplementos nutricionales con omega 3, magnesio, vitamina B1 y B6 y cinc pueden disminuir el dolor.

Por otro lado, el tratamiento va a depender de la causa, porque si es una dismenorrea secundaria a un mioma, pólipo o una endometriosis, el tratamiento será el correspondiente para cada una de estas patologías.

Pero si se trata de una dismenorrea primaria, es decir, la que no es debida a una causa orgánica, tenemos como primera opción el tratamiento con analgésicos o un AINE como el  paracetamol, ibuprofeno, Ketorolaco o dexketoprofeno.

En este caso, debes empezar a tomarlos cuando empieces a notar el dolor, no esperes a que sea intenso, porque así es más eficaz.

Si no mejoras con los analgésicos, una opción muy eficaz, es tomar anticonceptivos hormonales, que se trata de uno de los tratamientos con los que conseguimos reducir el dolor de forma más eficaz (enlace a todo sobre la píldora; enlace a resuelve tus dudas sobre los anticonceptivos)

Por último, aunque hay pocos estudios al respecto, hay algún tratamiento alternativo como la acupuntura, la hipnosis, la estimulación transcutánea nerviosa o la acupresión, que pueden mejorar el dolor de alguna paciente con dismenorrea.  

No sé si con este artículo te he resuelto todas las dudas, espero que sí, pero si tienes alguna duda de tu caso en concreto, no dudes en contactar con nosotras  (Enlace a consultas)