La sed es una señal de la necesidad de agua de tu cuerpo, pero no esperes a sentirla para beber. En el embarazo, tu cuerpo necesita mucha más agua para mantenerte hidratada a ti y a tu hijo:
- El agua mejora el estreñimiento, las hemorroides y previene las infecciones de orina.
- La deshidratación puede provocar contracciones e incluso una amenaza de parto prematuro.
Tu cuerpo consigue el agua que necesita a través de los líquidos que bebes y los alimentos que comes.
La cantidad de líquido que necesitas beber todos los días depende de muchos factores. Lo recomendable es beber aproximadamente 10 vasos de líquido todos los días. Pero recuerda que necesitas más líquido cuando hace calor y cuando haces ejercicio. También necesitas más agua si tienes fiebre, vómitos o diarrea.
Elige las bebidas con bajo contenido de azúcar, apuesta por el agua fresca, es lo más saludable.