En el embarazo, es normal que te sientas hinchada y que tengas digestiones más pesadas. Tanto tus hormonas como la presión del bebe hacen que la digestión sea más lenta. Además, la comida y los ácidos suben con más facilidad desde el estómago hacia el esófago. Esto causa esa sensación de ardor, sobre todo al final de tu embarazo.
Si además tomas hierro o algunas comidas que producen acidez, te pueden provocar incluso sensación de naúsea y vómitos.
Te aconsejo que:
– Comas sin prisa, despacio y cada 1-2 horas y en cantidades pequeñas, reposa de 10-15 minutos después.
– Bebe más entre comidas que durante ellas.
– Elige comidas sin grasa y evita los fritos. Elige estos alimentos:
– Ricos en hidratos de carbono y pobre en grasas y proteínas.
– Mejor sólidos y fríos. Evita alimentos y las bebidas liquidas calientes.
– Evita condimentos, bebidas con gas y olores fuertes.
–El jengibre puede disminuir tus síntomas (250 mg 4 veces al día)
– Evita las frutas cítricas y comidas muy condimentadas.
– No te acuestes inmediatamente después de las comidas.
– Cena pronto, mejor unas horas antes de irte a la cama.
– Duerme más y levántate despacio de la cama. Come una galleta, manzana o similar antes de levantarse. Ten calma y tranquilidad.
Consulta a tu médico si tienes acidez, algunos tratamientos pueden mejorar y aliviar estos síntomas.
Las náuseas y los vómitos suelen ser uno de los primeros síntomas y por suerte, habitualmente disminuyen en el segundo trimestre.
¡Recuerda que las naúseas y vómitos, en general, son un buen augurio! Acude a tu médico si son frecuentes.