Pon al pecho a tu hijo cúanto antes después del parto: sangrarás menos, mejorarás su reflejo de succión y tendrás más cantidad de leche. No mires el reloj y dale el pecho cada vez que busque o llore, sin esperar a que le toque, tanto de día como de noche. Vigila la succión y tu postura. Deja que se sacie y te vacíe el primer pecho hasta llegar al final que es la leche más rica en grasas y calorias. Cuanto más mame, más leche tendrás. No al chupete, por lo menos hasta que ya tengas la lactancia bien establecida, pueden dificultar que […]