Viajar durante el embarazo es posible, aunque debes tener alguna precauciones:

Planifica tu viaje:

En el primer trimestre ten en cuenta que las náuseas, los vomitos y el cansancio pueden condicionar tu viaje (hiperemésis).

Durante el tercer trimestre, es posible que tengas algunas limitaciones, e incluso algunas compañias aéreas te piden un certificado con la fecha probable de parto. Pregunta a tu ginecólogo.

Si vas a hacer un viaje internacional, busca  información de las necesidades de vacunación e incluso asegúrate de que tu seguro sanitario te cubra el embarazo y sus complicaciones.

Es recomendable llevar los informes médicos (ecografías, informes, análisis, pruebas médicas, etc.).

Incluye en tu maleta todos tus medicamentos y no olvides llevar el protector solar y un repelente contra los mosquitos.

Durante el viaje:

Lleva calzado cómodo que se pueda poner y quitar fácilmente, y camina cada una o dos horas para que se active la circulación, además de beber mucho líquido para no deshidratarte.

Durante el embarazo es importante comer bien, lleva a mano algún tentempié y evita periodos largos sin comer.

-Si viajas en coche, puedes conducir si te encuentras bien y con el cinturón seguridad puesto por debajo del vientre (también existen unos cinturones especiales para embarazadas).  Haz paradas cada dos horas para estirar las piernas.

 -Si vas en avión, infórmate antes de comprar los billetes para saber hasta qué mes de gestación la compañía permite volar y si debes rellenar algún formulario. Si el viaje es largo, elige un asiento cerca del baño, si puede ser mejor pasillo para estirar las piernas. Puedes solicitar un extensor a los asistentes de cabina, en caso de que te apriete demasiado el cinturón. En cualquier caso, al llegar al destino espera a que baje todo el mundo para evitar cualquier tipo de tropiezo, golpes o empujones.

Un vez en tu destino:

En algunos paises es aconsejable que no te laves los dientes con agua local y que evites consumir cubitos de hielo; y por supuesto no comas alimentos crudos, y bebe solo agua embotellada.

Utiliza el sentido común; caminar bajo el calor del sol, o realizar muchas actividades puede llegar a ser muy agotador. Evita las saunas y el agua muy caliente, pueden bajarte la tensión y provocar mareos.

Pero lo más importante: ¿disfruta de tus vacaciones!