Nuestro esqueleto está formado por múltiples pequeñas piezas que tienen que mantener un equilibrio. Nuestros músculos son los que ayudan a su estabilidad y control.
El crecimiento del útero durante el embarazo modifica el eje de tu cuerpo, inclinas hacia atrás la zona de los glúteos y tu cabeza, adelantando tu tripa hacia delante. Estos cambios pueden ocasionar molestias de espalda y afectar a algunos de los nervios que discurren por el glúteo hacia la pierna, provocando dolores irradiados a esta zona como la ciática.
Para prevenirlos mantén tu musculatura firme y flexible.
1.Mantén una buena postura: Siéntate en una silla firme y levántate con frecuencia, elige un calzado cómodo y flexiona las rodillas si levantas peso mantenimiento la espalda recta.
2. Haz ejercicio a diario, fortalecerás los músculos de la columna y ayudaras a prevenir el dolor de espalda (pasea a diario y si puedes practica natación, en el agua pesamos menos y sobrecargamos menos las articulaciones.) El yoga o pilates mejoran tu flexibilidad; y los ejercicios de fisioterapia pueden ayudarte a prevenir estas molestias y mejorar también el suelo pélvico.
Si quieres saber algo más sobre el tipo de ejercicio durante el embarazo te recomiendo este artículo: ¿Qué ejercicio puedo hacer durante el embarazo?
3.Cuida tu dieta para que tu cuerpo soporte menos peso.
El útero va creciendo desde el 2º trimestre y la cabeza del bebé también presiona la parte inferior, pudiendo producir molestias en esa zona.
Utiliza una braguita con refuerzo o un cinturón pélvico especial para el embarazo, la que te resulte más cómoda y te sentirás mejor.