El herpes se puede contagiar con relaciones sexuales vaginales, orales o anales. Los síntomas más frecuentes son grupos de vesículas, que evolucionan a úlceras dolorosas, en la zona genital, que pueden desaparecer sin tratamiento e incluso puedes tenerlo sin síntomas. Es frecuente que las personas infectadas presenten varios brotes. El preservativo y las barreras bucales disminuyen la transmisión pero no la evitan 100%. El herpes no se cura, pero sí tiene tratamiento para controlar los síntomas