TIPS: Amenorrea: descubre en 3 minutos porqué a veces no nos baja la regla.

TIPS: Amenorrea: descubre en 3 minutos porqué a veces no nos baja la regla.

La ausencia de sangrado menstrual o amenorrea es un problema muy frecuente y que os preocupa mucho a todas. Vamos a repasar lo más importante para que sepas qué debes hacer si te pasa.

Lo primero que debes saber es que hay 2 tipos muy diferentes, uno es cuando no has tenido NUNCA la regla, es la amenorrea primaria, y la otra cuando ya has tenido alguna vez la regla y de repente no la tienes en varios meses, la amenorrea secundaria.

Hoy solo vamos a repasar la secundaria y hablaremos otro día de la primaria.

Amenorrea es cuando no te baja la regla durante 3 meses seguidos, y para entender lo que ocurre, hay que conocer cómo funciona nuestro cuerpo y en concreto el eje hipotálamo-hipófisis-ovario.

Para que tengas la regla, el endometrio (la capa interna del útero) debe sufrir un estímulo hormonal adecuado. Estas hormonas las produce el ovario que está regulado por una glándula situada en la cabeza que se llama hipófisis y esta última a su vez, está regulada por otra glándula que también está en la cabeza, que es el hipotálamo. A esto lo llamamos el eje hipotálamo-hipófisis-ovario.

Tanto el hipotálamo cono la hipófisis producen hormonas que no sólo controlan el ovario, sino también el tiroides, la producción de cortisol, la hormona del crecimiento o incluso la prolactina (PRL). Por tanto, cualquier alteración en alguna de estas hormonas, puede afectar a tu ciclo menstrual.

Conociendo esto es fácil entender que no tener la regla puede ser por un fallo a nivel del hipotálamo-hipófisis, que llamamos amenorrea central, si lo que falla es el ovario sería una amenorrea gonadal y si la alteración es a nivel del útero o vagina, sería una amenorrea genital.

Como te puedes imaginar con todo lo anterior, sería larguísimo (y aburrido) repasar todas las causas, pero vamos a ver las más frecuentes.

Una de las causas más frecuentes es la que llamamos amenorrea hipotalámica funcional, que en realidad no es un fallo de ningún órgano, es más bien una adaptación de nuestro organismo a determinadas situaciones en las que se da prioridad a nuestra supervivencia frente a la posibilidad de reproducción.

Esto ocurre en casos en los que se produce una pérdida importante de peso (por debajo del 10-15% del peso ideal o una disminución de la grasa corporal del 50 %), cuando se hace ejercicio físico intenso, en situaciones de estrés importante o en caso de enfermedades crónicas; en cualquiera de estos casos, volveríamos a tener la regla si controlamos la causa.

Un ejemplo de amenorrea gonadal sería el ovario poliquístico (SOP), un cuadro muy frecuente, que se caracteriza por trastornos menstruales como la amenorrea, un estado de hiperandrogenismo (aumento de vello y acné) y la morfología ovárica de múltiples pequeños folículos que reflejan la actividad de estos ovarios.

En general el síndrome del ovario poliquístico se diagnostica con relativa facilidad sólo con la clínica, aunque lo normal es que nos apoyemos en una analítica hormonal (sobre todo para descartar otras causas) y en una ecografía. Lo debemos sospechar cuando la clínica empieza en una mujer joven, y no es necesario tener todo lo anterior para hacer el diagnóstico de este cuadro.

Por último, la amenorrea genital que aunque es más frecuente que curse como una amenorrea primaria por su asociación con alteraciones genéticas, puede ocurrir después de alguna cirugía como un legrado, una cesárea, miomectomía o incluso enfermedades como la tuberculosis, que provoquen una cicatriz en el útero que impida que se desescame con normalidad.

Aunque hay muchísimas otras causas de que no te baje la regla, quería comentaros que hay medicamentos como algunos antidepresivos, antihipertensivos, antipsicóticos o tratamientos quimioterápicos entre otros, que también pueden producir una amenorrea secundaria.

Respecto al tratamiento está claro que lo primero es identificar si hay alguna causa modificable, como suspender un tratamiento, conseguir un peso adecuado, disminuir el ejercicio o incluso el estrés (no siempre tan modificable, ¿no?).  

Si descartamos todo lo anterior, el tratamiento dependerá de si quieres o no embarazo, pero en general la amenorrea suele asociarse a una producción hormonal disminuida y deberá ir orientado a tratar los síntomas acompañantes, frenar las consecuencias y evitar los riesgos a largo plazo del déficit hormonal, como son la osteoporosis, la enfermedad cardiovascular o la depresión.

Si no deseas embarazo este tratamiento puede realizarse con la terapia hormonal de la menopausia o con la píldora anticonceptiva.

En el caso de que sí quieras quedarte embarazada, deberemos intentar normalizar esa situación hormonal y en función de la causa hay multitud de opciones, pero tranquila que lo conseguirás, ¡te embarazarás!

 

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