Qué tengo que hacer si me duele el pecho

Qué tengo que hacer si me duele el pecho

La respuesta es sencilla, no debes alarmarte, aunque eso no quiere decir que no estés alerta, al revés.

No hace falta que te diga que tu mama sufre cambios a lo largo de toda la vida y más aún en los distintos momentos del ciclo.

La mayoría de estos cambios son fisiológicos, es decir, normales y dado que la mama es un órgano visible, palpable y accesible a distintas técnicas diagnósticas, no hay que desaprovechar la oportunidad de saber reconocer los signos de alarma y los que no lo son.

En este artículo vas a aprender a reconocer tu pecho, a explorarlo y a distinguir que es normal y qué no.

Así que sigue leyendo, vas a conseguir no preocuparte innecesariamente de los cambios que se producen en tu mama y nos vas a ayudar a realizar un diagnóstico precoz de las diferentes patologías, ya sean benignas y malignas.

CONTENIDO:
¿Cómo es la mama normal?
¿Cuándo debo explorarme el pecho?
¿Cómo me exploro?
¿Por qué me duele el pecho?

¿Cómo es la mama normal?


Empecemos repasando brevemente como es nuestra mama, ya que, esto nos va a permitir identificar cualquier alteración que se produzca en la misma y vigilar si existen cambios con el paso de los días o con el ciclo menstrual.

La glándula mamaria está situada entre la 2ª y 6ª costillas, por encima de un músculo llamado pectoral mayoral; seguro que estás pensando que vaya rollo te estoy metiendo, pero te cuento esto porque, como te explicaré más adelante, muchas veces venís a consulta por dolor en la mama y después de explorarte, vemos que realmente lo que te duele no es la mama, sino que es un dolor muscular que se reproduce al palpar por debajo del tejido mamario.

La mama está compuesta por tejido glandular, conjuntivo y grasa, en distintas proporciones según tu edad. El pecho es más denso en mujeres jóvenes y más graso cuanto más mayor seas.

 

La areola tiene un tamaño variable en cada mujer, pero suele medir entre 15-25 mm, pudiendo aumentar hasta 50 mm en el embarazo.

Su superficie es rugosa debido a la presencia de los tubérculos de Morgagni, que son glándulas sebáceas que sirven para proteger el pezón.

Durante el embarazo no te asustes,  estas glándulas se desarrollan más para prepararse para la lactancia y las vas a ver que sobresalen más que antes. En este momento reciben otro nombre que quizás hayas oído, los tubérculos de Montgomery.

 

Y por último el pezón, que aunque te parezca mentira, en su interior tiene entre 15 y 20 orificios, que son la parte terminal de los conductos galactóforos, por donde sale la leche durante la lactancia.

¿Cuándo debo explorarme el pecho?


Lo primero que te preguntarás es cuándo te debes explorar. Debes hacerlo una vez al mes, esto te va a permitir reconocer tu mama y aunque al principio te parecerá que está llena de bultitos, si lo haces regularmente, acabarás conociéndola y si te aparece algo nuevo, serás capaz de identificarlo.

¿Y da igual en qué momento del ciclo lo hagas? Pues no, no da igual si todavía tienes reglas. En este caso, el mejor momento es la primera fase del ciclo, es decir, después de la regla.

Esto es así, porque justo antes de la menstruación hay cambios en la mama que los puedes confundir con nódulos, pero que después de la regla desaparecen.

Si ya no tienes reglas escoge un día del mes, da igual en qué momento, pero intenta hacerlo siempre más o menos en la misma fecha, para que así no se te olvide.

¿Cómo me exploro el pecho?


Esto es muy importante, léelo con atención porque es muy sencillo, pero debes ser rigurosa al hacerlo.

Lo primero es la inspección visual. Desnúdate de cintura para arriba delante del espejo, pon las manos en tu cintura y observa.

Tus mamas tienen que ser más o menos iguales, sin ninguna zona deformada o retraída (que se meta hacia dentro), la piel lisa y con una coloración igual que el resto del cuerpo.

Observa también el pezón, debe sobresalir hacia fuera, aunque no es raro que alguna persona lo tenga hacia dentro; debes consultar si siempre lo tenías normal y en algún momento lo ves retraído, es decir hacia dentro.      

 

Fíjate ahora en lo mismo, pero subiendo los brazos por encima de la cabeza.

 

Palpación. Todavía de pie o sentada, como tú prefieras, debes explorar ambos pechos con las yemas de los dedos.

Siempre explora la mama derecha con la mano izquierda y al revés.

Sigue una rutina, yo lo que hago y creo que es útil, divido la mama en 4 cuadrantes y sigo siempre el mismo orden.

Eleva la mano del mismo lado que vas a explorar por detrás de la cabeza y comprime la mama contra la parrilla costal, recuerda que siempre debes hacerlo con la mano del lado contrario (bueno, sería difícil hacerlo con la mano detrás de la cabeza).

Con movimientos circulares, recorre toda la mama para tratar de identificar bultos, o zonas irregulares o duras que no estuvieran anteriormente.

Haz lo mismo tumbada.

Expresión del pezón. Esto quiere decir que aprietes el pezón desde la areola, para ver si hay algún tipo de secreción.

Si se produce, fíjate bien si es en uno o los 2 pezones, porque esto nos es muy útil para diferenciar si el problema es de la propia mama o habla más de algo sistémico, como por ejemplo una alteración hormonal o un efecto secundario de algún medicamento.

También es interesante saber si sale por uno o varios de los orificios del pezón, recuerda que en su interior hay muchos conductos.

Otro dato importante es el color de la secreción. Si es transparente o blanquecino, aunque debes solicitar la valoración por tu ginecólogo, no te preocupes, no suele ser nada importante.

Si es sanguinolento, tranquila, esto no quiere decir que tengas un cáncer, pero suele ser debido a una lesión en el propio pezón y debes solicitar valoración de forma preferente.

La mayor parte de las veces es por un papiloma, que es como una pequeña lesión que crece en el interior del pezón y que aunque la mayoría son benignos, habitualmente recomendamos que se extirpen.

Pero te vuelvo a insistir que si tienes una secreción sanguinolenta o marrón, solicita que te remitan a consulta.

¿Por qué me duele el pecho?


Aunque le dedicaremos un artículo completo a este tema, voy a repasar el tema de la mastalgia o dolor de pecho, ya que es uno de los motivos de consulta más frecuentes y que más os preocupan.

El mensaje con el que os tenéis que quedar es: Por favor, dejad de asociar dolor de mama y cáncer de mama, de hecho el dolor, es uno de los síntomas menos frecuentes del cáncer de mama.

Seguramente hayáis oído el término mastodinia o tensión mamaria premenstrual, se refiere al dolor de la mama pero que, a diferencia de la mastalgia que ocurre en cualquier momento del ciclo, ésta aparece en la época premenstrual.

En estos casos es fácil reconocerlo, porque es un dolor muy característico, que comienza unos días antes de la regla y desaparece después.

Muchas veces se asocia con tensión mamaria y aumento del tamaño de la misma e incluso con dolor abdominal, retención de líquidos y cambios de humor asociados al síndrome premenstrual.

La causa parece ser un pequeño desequilibrio hormonal entre los estrógenos y la progesterona.

Si tienes mastodinia con frecuencia, intenta reducir la cantidad de grasas, café y alcohol en los días previos a la menstruación, pero si a pesar de esto no mejoras, consulta a tu ginecólogo, porque hay tratamientos a base de progesterona local que pueden ayudarte.

Respecto al dolor de pecho sin relación con el ciclo, al igual que la mastodinia, puede ser de intensidad variable, desde una pequeña molestia hasta un ardor o dolor incapacitante.

Ante todo no te angusties, la mayor parte de las veces no se asocia a ninguna patología y no refleja nada más que cambios que sufre tu mama. Con la edad, aumenta la proporción de grasa y disminuye el tejido glandular y eso muchas veces duele, incluso un dolor tan intenso que no te puedes ni rozar.

Sin embargo, aunque la mayor parte de las veces no se asocia a ninguna patología, es fundamental que te explores tal y como te he explicado antes y, si notas algún cambio solicita una consulta a tu ginecólogo, ya que puede ser debido a un quiste o nódulo, una infección o muchas otras causas incluso, insisto que lo menos frecuente, a un cáncer de mama.

Si tu exploración es normal, (acuérdate de explorar debajo de la mama, sobre todo si has hecho algún esfuerzo o llevado pesos recientemente), espera unos días, si el dolor no desaparece, se localiza fundamentalmente en una zona o empeora con los días, solicita valoración por tu ginecólogo.

No sé si con este artículo te he resuelto todas las dudas, espero que sí, pero si tienes alguna duda de tu caso en concreto, no dudes en contactar con nosotras a través de este enlace (Enlace a consultas)

 

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