Tu enemigo la candidiasis de repetición, aprende cómo tratar la vulvovaginitis

Tu enemigo la candidiasis de repetición, aprende cómo tratar la vulvovaginitis

Las candidiasis recurrentes son un problema importante y un motivo de consulta y de desesperación muy frecuente. Pero ¿qué es, porqué se produce y cómo se trata la vulvovaginitis recidivante?

Vamos a repasar todo lo que tienes que saber sobre las cándidas de repetición, para que no seas una de las mujeres que a diario vienen a la consulta por este motivo.

No podemos hablar de las infecciones vaginales crónicas sin mencionar la microbiota vaginal, ya que de ellas va a depender la salud de nuestra vagina.

Como ya sabes, la microbiota vaginal es el conjunto de bacterias y levaduras, entre los que se encuentran los archiconocidos lactobacilos, y cuyo papel fundamental es evitar el crecimiento de otros microorganismos.

De esta forma, cuando los lactobacilos disminuyen, el resto de microorganismos aprovechan para proliferar, con lo que se producen las vaginitis.

Pero, y qué es la vulvovaginitis candidiásica, pues es una inflamación de la vulva y de la vagina, producido por unas levaduras de la especie cándida, cuando fallan los mecanismos de defensa de nuestra vagina.

Sin embargo, tienes que saber que la cándida forma parte de la flora normal de nuestra vagina, por lo que su presencia sin signos de inflamación no supone tener una enfermedad, sino que está dentro de la normalidad.

¿Qué es la vulvovaginitis candidiásica de repetición?


Es una inflamación de la vagina, causada por la cándida y que se repite más de 4 veces al año. La mayoría son producidas por la Cándida albicans, pero, hasta un tercio de estas infecciones son debidas a otras especies que cada vez vemos con más frecuencia, como son la Cándida glabrata o la Cándica tropicalis.

En muchos casos, más que una reinfección, lo que ocurre es que el tratamiento no ha conseguido eliminar la cándida y después de un periodo variable de mejoría, se produce una recaída de la misma infección.

Otras veces, también puede ocurrir que, por experiencias anteriores, tú asumas que es una nueva infección por cándidas y no lo sea, y estés realizando un tratamiento que no sea el adecuado.

Por último, también puede ocurrir que, aunque la infección se haya resuelto, persistan los síntomas por la inflamación asociada, y no porque el tratamiento no haya sido eficaz.

¿Cuáles son los síntomas de la vulvovaginitis candidiásica de repetición?


Los síntomas de las vaginitis crónicas, son los de cualquier vaginitis candidiásica, pero como ya te he dicho para que se considere candidiasis recidivante, debes tener más de 4 episodios al año.

Las candidiasis comienzan con frecuencia unos días antes de la menstruación y se caracterizan por un picor intenso, asociado a un característico flujo blanquecino, grumoso, sin mal olor, que en muchas ocasiones se adhiere en forma de placas blanquecinas a la pared vaginal.

Tampoco es raro en estas infecciones que los genitales se encuentren inflamados, e incluso que presentes lesiones de rascado, no tengo que explicarte porqué.

¿Cómo se tratan las vulvovaginitis por cándidas recidivantes?


Esta probablemente sea la pregunta del millón: ¿hay algún tratamiento eficaz para la vulvovaginitis crónica? Tranquila, porque la respuesta es sí.

También te tengo que decir que no hay un tratamiento único, que sea eficaz en todos los casos.

Casi todas las mujeres hemos tenido alguna vez el típico picazón y ardor asociado a las cándidas, y lo identificamos claramente por esa leucorrea o flujo blanquecino, grumoso, que se asemeja al yogur.

Y también es cierto, que todas hemos ido a la farmacia, y sabemos que el tratamiento de las cándidas puede ser con cremas, óvulos y pastillas.

Muchas preguntáis en la consulta que cuál es el más eficaz. La respuesta es que, en general, cualquier forma de administración es igual de eficaz, sin embargo, en el caso de las vulvovaginitis de repetición hay que tener en cuenta varias cosas.

Lo primero es asegurarte de que realmente es una candidiasis, porque como te he dicho, muchas veces el problema es que es otro tipo de infección, o simplemente no hay infección y persiste la inflamación, con lo que si continúas tratándolo como una cándida, no vas a conseguir resolverlo.

Si el flujo es amarillento, tiene mal olor o se asocia a lesiones en la vagina, es muy probable que no se trate de una candidiasis y es necesario realizar un cultivo y una exploración, para identificar y tratar la infección correctamente.

Si por el contrario te hacen un cultivo, y no hay ninguna infección, probablemente sea un desequilibrio en la flora vaginal y persista una inflamación a ese nivel. En estos casos el tratamiento más recomendable es el uso de probióticos, ya sea por vía vaginal u oral. Si vas a la farmacia los puedes comprar sin receta, elige la vía que te resulte más cómoda, pero hazlo durante 5-10 días y repítelo como mínimo 3 meses.

Pero si en tu caso ya te han hecho cultivos y confirmado que se trate de una vulovaginitis recidivante por cándidas, tenemos varias posibilidades terapéuticas, el más empleado es el Clotrimazol, pero hay otros preparados también muy eficaces, como son el, Sertaconazol , el Fenticonazol, el Itraconazol, Fluconazol, el Ketoconazol, la Nistatina o el ácido Bórico.

Hay varias pautas recomendadas, en la mayoría se realiza un tratamiento combinado con cremas, óvulo y vía oral para mejorar la eficacia.

En general te propondremos  prolongar el tratamiento durante 2 semanas, o incluso realizarlo de forma periódica durante 6 meses.

Otra pregunta frecuente es si hay que tratar a la pareja. La vulvovaginitis por cándida NO es una enfermedad de transmisión sexual, por lo que si tu pareja no presenta síntomas, no es necesario que reciba tratamiento.

Precauciones del tratamiento para la vulvovaginitis crónica por cándidas


Este apartado creo que es importante que lo tengáis en cuenta porque, aunque muchas de vosotras habéis ido a la farmacia y os habéis automedicado sin problema, si estás tomando algún tratamiento puede haber algún tipo de interacción.

Los derivados imidazólicos, que como puedes suponer son todos estos tratamientos que acaban en azol, inhiben una enzima (la CYP3A4), con lo que pueden aumentar los niveles de fármacos que se metabolizan por esta enzima, como por ejemplo la quinidina que se utiliza para las arritmias o las estatinas que se utilizan para tratar la hipercolesterolemia.

También tienes que tener precaución al tomarlos con antiácidos, o con fármacos como la isoniazida o la rifampicina, empleados en la tuberculosis, ya que disminuyen la concentración en sangre de los derivados imidazólicos y por tanto su eficacia.

Lo que quiero decirte con esto es que, aunque es verdad que son tratamientos muy seguros y bien tolerados, si tienes alguna enfermedad, o tomas algún medicamento, es importante que consultes antes y no te automediques.

Una situación especial es el embarazo, periodo en el que es más frecuente presentar este tipo de infecciones. El fármaco más recomendable para las candidiasis durante el embarazo es el clotrimazol en óvulos o crema, evitando el uso de aplicadores en el último trimestre y los tratamientos por vía oral durante toda la gestación.

¿Puedo hacer algo para evitar las vulvovaginitis recidivantes?


Seguro que has oído de muchos remedios caseros para evitar las vulvovaginitis de repetición como ponerse yogur en la vagina. Bueno, pues yo eso no te lo voy a recomendar, porque tampoco hay evidencia de que esa práctica tan incómoda sea eficaz, pero si te voy a decir una serie de cosas que puedes tener en cuenta, que seguramente te ayuden.

  1. Mantén tu zona genital limpia y seca. Lava la parte exterior de tu vagina y la parte inferior todos los días con un jabón suave y sécate bien. Cuando vayas al baño, limpia desde la parte de delante de tu vulva hacia la parte posterior, no al revés. En general, evita las duchas vaginales que pueden alterar el equilibrio normal de organismos de la vagina.
  2. Mantén tu vagina fresca. A las bacterias les gusta el calor. Evita la ropa interior apretada o ropa hecha de fibras sintéticas como el rayón y el poliéster. Usa ropa interior de algodón. Si tienes que usar ropa ajustada, no la uses por períodos prolongados. Cámbiate lo antes posible los trajes de baño húmedos y la ropa de ejercicio. A las bacterias también les gustan los lugares húmedos.
  3. Bebe suficientes líquidos. Esto puede ayudar a lavar el tracto urinario y ayudar a prevenir infecciones.
  4. Evita los productos de higiene perfumados como baños de burbujas, aerosoles y tampones perfumados. Pueden ser irritantes.  Si tu zona vaginal ya está irritada, no debes usar papel higiénico aromatizado, espermicidas o jabones fuertes.
  5. Cuida la higiene tras las relaciones sexuales: El semen tiene un pH más alcalino que la mucosa de tu vagina y durante las relaciones puede alterarlo. Ve al baño antes y después de las relaciones y lávate cuidadosamente tu zona genital. Por último, sécala muy bien.
  6. Incluye en tu dieta alimentos como yogur, que favorece el equilibrio microbiano del organismo y lo protege frente a todo tipo de infecciones.
  7. Si tomas antibióticos, utiliza probióticos, ya que muchas veces producen un desequilibrio de la flora vaginal y son causa de candidiasis.

No sé si con este artículo te he resuelto todas las dudas, espero que sí, pero si tienes alguna duda de tu caso en concreto, no dudes en contactar con nosotras (Enlace)

Dra. Carmen Sabadell
Ginecólogo hospital de Fuenlabrada

 

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