A lo mejor te sorprende esta afirmación, pero te voy a explicar el porqué.
Cuando iniciamos un método anticonceptivo, en general hay un periodo de adaptación en el que se producen cambios como pueden ser sangrados irregulares, retención de líquidos, molestias en las mamas o cambios de humor.
En general todos estos cambios son transitorios y depende cual sea el método suelen durar entre 3 y 6 meses.
Si necesitas cambiar de preparado y no puedes esperar por algún motivo, sin duda el verano es un momento como cualquier otro. Pero si puedes esperar… pues que quieres que te diga, estropearte las vacaciones con síntomas que van a desaparecer en unos meses, ¡yo me lo pensaría desde luego!