Si tu embarazo cursa con normalidad, no tienes que interrumpir o modificar tus hábitos sexuales.
Cuando tu vientre empieza a crecer, si el coito te resulta incómodo puedes adoptar posiciones laterales, para que te resulten más cómodas.
Evita las relaciones sexuales si tienes sangrado vaginal, amenaza de parto prematuro o rotura de la bolsa de aguas.
¡El coito no es peligroso para el feto, pero la recomendación básica sobre las relaciones durante el embarazo es tu propia comodidad!