Aunque la respuesta es no, también tengo que aclararte que es muy frecuente tener sangrados irregulares y generalmente no es debido a ningún problema.
Puedes tener pequeños sangrados entre las menstruaciones o cambios en la regla, por múltiples causas. Puede deberse a que pierdas o ganes peso bruscamente, porque estés pasando por períodos de estrés importante, olvidos de pastillas anticonceptivas, una complicación de un embarazo o incluso por la presencia de pólipos, quistes o miomas.
También tienes que pensar que en determinadas épocas de tu vida, como son la pubertad, después de un parto o un aborto y más aún cerca de la menopausia, es habitual que los sangrados sean un poco más irregulares o sangres entre 2 reglas.
CONTENIDO: ¿Cómo es un ciclo menstrual normal? ¿Qué tengo que hacer si sangro? ¿Hay que ir siempre al ginecólogo ante un sangrado? ¿Cuáles suelen ser las causas de los sangrados anormales? ¿Qué pruebas me va a hacer el ginecólogo?
¿Cómo es un ciclo menstrual normal?
Antes de hablar de las causas, vamos a repasar lo que se considera normal, porque muchas de vosotras acudís a consultar por cambios en la regla que os preocupan, pero que para nosotros están dentro de la normalidad.
Un período menstrual es normal, cuando entre el primer día de una regla y la siguiente, pasan entre 24 y 38 días, es decir, no hace falta que sean cada 28 días, pequeños adelantos o retrasos se consideran normales.
Respecto a la duración de las mismas deberían ser entre 4 y 8 días de sangrado y la cantidad de sangre perdida debe ser menor a 80 ml en total. Como esto es difícil de cuantificar, se considera normal cuando no afecta a tu calidad de vida, ni te produce anemia.
¿Qué tengo que hacer si sangro entre las reglas?
Ante un sangrado anormal lo primero que hay que diferenciar es si el origen está en el aparato genital o no.
Parece una tontería, pero piensa que las infecciones urinarias en ocasiones producen sangre en la orina (hematuria) y puede ocurrir que lo confundamos con un sangrado vaginal.
En estos casos se suele asociar a síntomas de cistitis, como son escozor o dolor al orinar, sensación de no haber vaciado la vejiga y hacer muchas veces pis.
Tampoco te olvides de que las hemorroides están muy proximas y pueden ser también el origen de este sangrado.
Para diferenciarlo a veces es útil introducir un tampón vaginal y ver si sale manchado o no.
Una vez que sabemos que el sangrado es por la vagina, dependiendo de tu edad y tu situación, las causas más frecuentes son diferentes; así que la siguiente pregunta es cómo saber si tienes qué consultarnos o no.
¿Hay que ir siempre al ginecólogo ante un sangrado?
Pues la respuesta depende de muchas cosas, por ejemplo, si tienes entre 45-55 años y hace más de 1 año que no tienes la regla, es decir, si ya tienes la menopausia, siempre debes acudir al ginecólogo.
Eso no quiere decir que siempre sea algo importante, pero por lo menos lo tenemos que descartar. Generalmente suele ser por el adelgazamiento de los tejidos, pero es recomendable que acudas al ginecólogo de forma preferente.
Si estás intentando embarazarte y tienes un retraso, lo primero que debes hacer es un test de embarazo y si fuera positivo, también debes acudir para confirmar que no hay ningún problema.
Independientemente de tu edad o tu situación, si el sangrado es muy abundante o no cede con el paso de los días, o si se asocia con otra sintomatología como fiebre o dolor intenso, también deberías acudir al ginecólogo.
Otra situación relativamente frecuente, es si estás tomado la píldora anticonceptiva y se te olvidó algún comprimido, o si acabas de comenzar un preparado nuevo o llevas menos de 3 meses con ella.
En estos casos es habitual tener algún sangrado y puedes esperar los próximos ciclos para ver si se normaliza. En este caso concreto te recomiendo que leas nuestro artículo sobre dudas frecuentes con la toma de la píldora. (accede al artículo)
En general, si no estás en ninguna de las situaciones anteriores, el sangrado es escaso, cede de manera espontánea con el paso de los días y no se acompaña de otros síntomas, mi recomendación es que esperes. Apunta las siguientes reglas y si esto se repite, entonces sí deberías solicitar una valoración ginecológica.
¿Cuáles suelen ser las causas de los sangrados anormales?
Como has visto hasta ahora, las causas dependen de muchísimos factores pero en general puede ser por:
- Complicaciones relacionadas con un embarazo.
- Efectos secundarios de algunos tratamientos Como los anticoagulantes o lo tratamientos hormonales, incluyendo la píldora.
- Enfermedades generales como las endocrinas dentro de las que se encuentran las alteraciones en el tiroides, las enfermedades del hígado, de la sangre, o renales.
- Alteraciones del aparato genital. Como infecciones, miomas, pólipos, quistes e incluso en algunas ocasiones, aunque lo menos frecuente, un cáncer.
- Hemorragia uterina disfuncional. Que es aquella en la que descartamos todo lo anterior y suele ser debido a problemas en la ovulación o pequeños desequilibrios en las hormonas femeninas.
¿Qué pruebas me va a hacer el ginecólogo?
Como siempre, es importante hacer una buena historia clínica. Es fundamental tu edad, si tomas o no la píldora, si buscas embarazo, si es la primera vez o te ha pasado más veces, si se acompaña de otros síntomas o es algo aislado, en definitiva, hay que investigar causas que nos puedan orientar hacia un posible diagnóstico.
El siguiente paso te podrás imaginar que va a ser una exploración, pero no sólo ginecológica, sino que debería ser una exploración general, porque a veces hay algún signo clínico que nos puede orientar hacia alguna enfermedad general, que pueda estar asociada a sangrados.
Otra prueba que no debe faltar es una ecografía, normalmente vaginal, ya que nos va a permitir descartar cualquier patología ya sea de útero u ovarios, como son quistes, pólipos, miomas etc
En ocasiones es necesario solicitar una analítica con un perfil hormonal, pruebas de coagulación, hemograma para ver si tienes anemia o incluso unos marcadores tumorales si vemos un quiste en los ovarios.
Generalmente con esto ya será suficiente para tener un diagnóstico y si es necesario, poder recomendarte el tratamiento más apropiado, pero a veces es preciso recurrir a otras pruebas complementarias como una histeroscopia (mirar el útero por dentro con una cámara), un TAC o una RM (resonancia magnética).
Pero, como tampoco podemos revisar aquí cada una de las situaciones concretas, y dedicaremos un artículo a cada una de ellas, te recuerdo que si quieres consultar tu situación particular, tienes la posibilidad de contactar con nosotras a través de este enlace (accede a consultas)
