Tres alternativas a la cirugía de los miomas uterinos

Tres alternativas a la cirugía de los miomas uterinos

Hasta un 70% de las mujeres tienen miomas durante su vida reproductiva,  y alrededor de un 50-60%  tienen síntomas como sangrados, dolor, compresión de órganos próximos como la vejiga y el recto, o incluso les provocan  problemas de fertilidad.

Si este es tu caso, quizás sea el momento de hacer algo con tus miomas y es probable que te plantees si hay alternativas distintas a la cirugía. Esto es especialmente importante si quieres quedarte embarazada, o si te gustaría valorar opciones para conservar tu útero.

No hay un ¨mejor tratamiento¨ para todos los miomas. Pero en general los miomas son tumores benignos, con los que convivirás sin problema desde que te lo diagnostiquen. Si quieres saber más sobre este tema consulta nuestro artículo sobre las 5 dudas más frecuentes de los miomas. 

En los miomas que producen síntomas, hay varias opciones de tratamiento farmacológico, tanto hormonales como no hormonales, que habitualmente suelen controlar los síntomas.

En miomas que no responden al tratamiento médico, que crecen de tamaño o en otras situaciones, el tratamiento clásico o gold standar de los miomas es la cirugía (miomectomía o histerectomía). Esto supone entrar en quirófano, la anestesia, el postoperatorio y el  tiempo de recuperación variable según la técnica. Aunque este tratamiento es la mejor opción para algunos casos, en aquellas mujeres que quieren tener hijos o que quieren conservar el útero, la histerectomía no es la mejor opción.

Desde hace unos años se están utilizando otras alternativas de tratamiento no invasivas con varias ventajas sobre la cirugía, como son la conservación de la fertilidad, la menor posibilidad de complicaciones y un menor tiempo de recuperación y de pérdida sanguínea, entre otras.

Dejando aparte los tratamientos clásicos como la cirugía y el tratamiento hormonal, existen actualmente 3 alternativas para abordar los miomas.

Tengo que decirte que ninguna de estas opciones es milagrosa pero, si está bien indicada, es posible que te permita disminuir síntomas como el sangrado y el dolor hasta en un 65 % al cabo de los 3 años, permitiéndote conservar el útero, y con ello la posibilidad de quedarte embarazada si es lo que quieres.

El problema es que no todos los miomas responden igual, ni se pueden abordar con todas las técnicas que te voy a explicar. El éxito de la técnica va a depender de dónde estén localizados, del tamaño y del número de miomas que tengas.

Estas características de los miomas, así como si quieres un embarazo. es clave para poder elegir la mejor alternativa para ti. 

Embolización de las arterias uterinas (EAU)


En este procedimiento se introducen unas partículas a través de tu circulación sanguínea mediante una catéter. Estas partículas llegan a las arterias uterinas que irrigan el útero y producen una obstrucción, que destruye la mayoría de los miomas.

Esta intervención precisa de una sala-quirófano y se realiza por radiólogos intervencionistas bajo anestesia epidural. Generalmente es una buena opción en caso de no querer más embarazos.

Uno de los efectos secundarios es el  dolor por lo que es necesario tratamiento intravenoso y a veces una anestesia epidural, que puede implicar un ingreso de 1 a 3 días.

Esta técnica no es muy selectiva a cada mioma por lo que puede alterar algunos de los vasos del ovario produciendo lo que conocemos como amenorrea o falta de regla que ocurre hasta en el 3% de las mujeres, lo que en ocasiones puede ser incluso una ventaja.

Es una opción de tratamiento no quirúrgica especialmente indicada si estás cerca de la menopausia y presentas sangrados, dolor o peso en la parte inferior de la tripa y deseas conservar el útero, pero ya no deseas un embarazo.

Si tienes muchos miomas (especialmente si estos están fuera de la pared del útero) o un útero muy grande hay menos posibilidad de éxito o si presentas endometriosis o adenomiosis.

En cuanto a los resultados, mejora el sangrado y el dolor hasta en en 80%, incluso a largo plazo y, si lo comparamos con la cirugía, presenta unas ventajas como el menor riesgo de transfusión y menor tiempo de recuperación.

Radiofrecuencia


Es un tratamiento de miomas, mínimamente invasivo, que pretende destruir el mioma con energía (radiofrecuencia) liberada por el extremo de una aguja muy fina, que se introduce en el interior del mioma y es guiada por ecografía.

Esta energía produce un efecto térmico sobre el tejido, de manera controlada en toda la superficie del mioma y sin dañar el músculo uterino de alrededor.

Tiene muchos beneficios:

No requiere ingreso hospitalario.

Evita los riesgos de la cirugía.

No altera las paredes del útero (músculo uterino).

Tiene una recuperación rápida.

Es también una buena opción si te encuentras cerca de la menopausia o si deseas embarazarte.

Si tienes problemas de fertilidad podría evitarte la miomectomía, que produce cicatrices en el útero y obliga a esperar a quedarte embarazada (generalmente se recomienda un año), e incluso al riesgo de perder tu útero en la cirugía. Además de preservar tu fertilidad, se pueden tratar varios miomas en la misma intervención.

La mayoría de los miomas disminuyen de manera importante a partir de los seis meses del tratamiento y pueden llegar incluso a desaparecer, siempre y cuando no sean demasiado grandes claro. Este hecho puede conseguir que mejoren tus sangrados y que consigas un embarazo.

Está especialmente indicado para los miomas de difícil abordaje por su localización mediante histeroscopia o laparoscopia. Del mismo modo, esta técnica no deja cicatrices en la pared del útero. Esto permite una búsqueda más precoz del embarazo y no tiene riesgo de rotura uterina, posibilitando un futuro parto vaginal.

Esta técnica puede realizarse tanto por vía laparoscópica como por vía vaginal, aunque la más utilizada es la vaginal. Están descritas pocas complicaciones, salvo dolor tras la técnica, por lo que es bastante segura.

Ultrasonido guíado por Resonancia Magnética (MRgFUS) o por ultrasonido (HUFA)


Es como una cirugía realizada por la energía de ultrasonido de alta intensidad. Se utilizan ondas de alta frecuencia y de alta energía para destruir los miomas. Este procedimiento se realiza contigo, tumbada boca abajo y con una sonda abdominal, dentro de una resonancia magnética. El aparato le permite a tu médico visualizar el útero, localizar los miomas  y destruir el tejido del interior sin realizar ninguna incisión.

Está condicionada por algunos factores:

– La obesidad o la presencia de cicatrices abdominales.

– La localización de los miomas (es más limitada en miomas pediculados de la superficie del útero o de la cavidaduterina).

– Tamaño de los miomas y la cantidad (5 ó más miomas mayores de 3 cm o si el mioma es mayor a 10 cm)

– La presencia de alteraciones de la pared uterina como la adenomiosis.

– En miomas muy vascularizados.

Beneficios: Se ha descrito mejoría de los síntomas en un 80-95%  y reducción del volumen del mioma de hasta un 65% a los 3 años. Al igual que la embolización tienen mejores resultados en caso de estar cerca de la menopausia.

Se describen pocas complicaciones similares a la radiofrecuencia. La desventaja de esta técnica es su precio, por lo que es menos accesible y sólo la encontrarás en centros muy especializados en miomas.

No sé si con este artículo te he resuelto todas las dudas, espero que sí, pero si tienes alguna duda de tu caso en concreto, no dudes en contactar con nosotras a través de nuestra consulta.

Ana Alfonso Sánchez-Sicilia

 

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