¿Te van a hacer una colposcopia y tienes dudas? No dejes de leer este artículo dónde encontrarás las respuestas.
¿Para qué sirve una colposcopia?
¿Sabes que el cáncer de cérvix es el tercer cáncer más frecuente entre las mujeres y que además se puede prevenir?
¿Cómo? Si realizas de forma periódica una citología o con la detección de la presencia del virus del papiloma humano (VPH).
Gracias a estas 2 técnicas, se puede diagnosticar y, si es necesario, tratar precozmente las lesiones precursoras del cáncer cervical (que son las que si no se tratan, pueden evolucionar a cáncer).
Con cierta frecuencia se detectan en las citologías células que no son habituales en el cuello del útero, y que en algunos casos pueden producir las lesiones de las que te he hablado.
La colposcopia permite al ginecólogo localizar y visualizar estas lesiones, para hacer un correcto diagnóstico y posteriormente decidir si debe hacer un seguimiento y/o tratamiento.
Por lo tanto es una prueba complementaria a la citología.
¿Qué es una colposcopia?
La Colposcopia es una prueba sencilla, que nos permite ver con detalle el cuello del útero mediante un colposcopio, que es como un microscopio con varias lentes de aumento.
Se realiza de forma ambulatoria en consulta y dura unos 15 minutos, aunque puede tardar más tiempo, desde que te preparan hasta que se realiza la prueba.
No es una prueba dolorosa, aunque es incómoda por la necesidad de examinar el cuello del útero, igual que cuando te hacen una citología, pero un poco más larga.
Para hacerla, es necesario colocarse en esa postura que tan poco nos gusta a todas: la mesa de exploración ginecológica. Con ayuda de un espéculo, (hay quien lo llama pico de pato) que se introduce en la vagina, podemos separar sus paredes y acceder al cuello del útero.
El cérvix o cuello uterino, es la parte inferior del útero y a diferencia del resto del útero que está en el interior de tu cuerpo, en la pelvis, el cuello se encuentra en el exterior del mismo, y podemos acceder a él a través de la vagina.
Con esta prueba miramos con el colposcopio, que es una especie de microscopio que permite ver el interior de la vagina y el cuello uterino, pero NO se introduce dentro de ésta.
Si eres alérgica al iodo, debes informar a tu ginecólogo ya que, uno de los productos que utilizamos para teñir el cuello (el lugol), tiene iodo) produciendo un leve escozor.
Es posible que esta prueba se tenga que complementar con una biopsia, si se ve alguna zona anómala, en la que se obtiene un fragmento de tejido para su análisis anatomo-patológico.
La biopsia es algo más molesta, pero totalmente tolerable y no precisa de ninguna preparación especial.
¿Qué tengo que hacer antes de una colposcopia?
No hay nada especial, pero para facilitar la visualización del cuello te recomiendo que en las 48 horas previas:
- Evites las duchas vaginales
- No uses tampones
- Evites medicamentos vaginales
- Evites las relaciones sexuales
- Si estás con la regla, avisa a tu médico
¿Tengo que tener alguna precaución después de que me hagan una biopsia?
Tras la colposcopia, sobre todo si te han hecho una biopsia, es habitual que tengas un pequeño flujo o sangrado marronáceo/oscuro, que puede requerir usar compresa durante tres a cinco días. Este es el tiempo que necesita el cuello del útero para cicatrizar.
Debes tener las mismas precauciones que antes de realizar la prueba (evitar: las relaciones sexuales, usar tampones, las duchas vaginales o la medicación vaginal).
Debes acudir al médico si tienes fiebre, sangrado vaginal abundante (como regla), o fuertes dolores abdominales que no cedan con tu analgésico habitual, como paracetamol o ibuprofeno.
Espero que este artículo te haya sido útil y te resuelva todas las dudas que pudieras tener, pero ya sabes que si tienes alguna otra puedes contactar con nosotras a través de este enlace. (enlace a consulta)
- Ana Alfonso Sánchez-Sicilia
