Escozor al orinar, hacer muchas veces y poca cantidad de pis, son síntomas que seguro que te suenan. Efectivamente, son los síntomas de una cistitis y si la has padecido alguna vez, seguro que sabes lo mal que te encuentras en estos casos.
Hoy vamos a hablar de este tema, de las infecciones de orina, un problema muy frecuente que, aunque no suele ser grave, es muy desagradable y en muchas ocasiones se puede evitar.
¿Qué es una cistitis?
Aunque cuando hablamos de una cistitis nos referimos habitualmente a una infección de la vejiga, este término se refiere también a la inflamación no infecciosa de la misma. Hoy sólo vamos a hablar de las de causa infecciosa.
La mayor parte de las infecciones de orina están producidas por una bacteria llamada Escherichia coli (E.coli), que habitualmente se encuentra en el aparato digestivo y por proximidad, puede ascender a través de la uretra y llegar a la vejiga.
Este tipo de infecciones son más frecuentes en las mujeres que en los hombres, porque tenemos la uretra (el conducto que lleva la orina desde la vejiga al exterior) más corta y próxima a la vagina y al ano.
Generalmente el organismo es capaz de eliminar estas bacterias con la micción, pero en algunas ocasiones las bacterias se adhieren a la pared de la vejiga, produciendo una inflamación de su pared siendo la causa las infecciones del tracto urinario.
¿Por qué se producen las infecciones de orina?
Como ya hemos visto, nuestras condiciones anatómicas facilitan que los gérmenes habituales del tracto digestivo, como el E.coli, asciendan por la uretra y lleguen a la vejiga.
Una vez en la vejiga, lo normal es que los eliminemos con la orina, pero si fallan los mecanismos de defensa, se adhieren a la pared y la inflaman, provocando esos síntomas tan desagradables de las cistitis.
Como puedes deducir, y seguro que lo has comprobado alguna vez, las relaciones sexuales favorecen la aparición de este tipo de infecciones. Eso no quiere decir que no las puedas mantener, en absoluto, pero si tienes infecciones de orina de repetición, hay una serie de medidas que veremos más adelante y que pueden ayudarte a evitarlas.
El que bebas poca agua o que hagas pocas veces pis, también puede favorecer las cistitis ya que, con la micción eliminamos las bacterias que puedan haber ascendido hasta la vejiga.
Si eres estreñida, llevas ropa muy ajustada, estás estresada o incluso el frío, también puede influir en que tengas más infecciones del tracto urinario.
El embarazo es otra situación en la que vemos con más frecuencia infecciones de orina, siendo muy importante reconocerlas y tratarlas precozmente, ya que es más frecuente que se puedan complicar.
¿Qué síntomas produce una infección de orina?
Uno de los síntomas más característico de la cistitis, es la necesidad de ir muchas veces a hacer pis, sin que salga prácticamente nada.
Se suele acompañar de la sensación de no haber vaciado completamente la vejiga, pero sin conseguir que salga más orina.
Es también frecuente que tengas ardor o quemazón, e incluso dolor en la zona pélvica.
A veces la inflamación de la vejiga puede producir lo que llamamos hematuria y es que la orina salga rosada, debido a la presencia de sangre en la misma.
No es raro que estos síntomas se asocien a malestar general, escalofríos y sensación distérmica, sin que llegue a provocar fiebre.
¿Cuándo me debo preocupar?
Si todos los síntomas que hemos visto antes se asocian a fiebre, sobre todo si se asocia a dolor abdominal o lumbar intenso, debes acudir de forma preferente a tu médico.
Aunque en condiciones normales no es frecuente, en estos casos hay que descartar que la infección de orina se haya complicado con una infección en el riñón, que es lo que llamamos una pielonefritis.
¿Cómo se diagnostica una infección urinaria?
Dado que los síntomas son tan característicos, la cistitis no complicada se puede diagnosticar simplemente por la clínica.
En ausencia de otros síntomas y sin signos de sospecha de una infección complicada, no es necesario realizar pruebas complementarias y se puede prescribir un antibiótico de forma empírica, es decir, los que habitualmente son eficaces frente a este tipo de infecciones.
En casos de infecciones de repetición, o dudas diagnósticas, el cultivo de orina es el método diagnóstico.
Esta prueba además permite hacer un antibiograma, para ver qué antibiótico es eficaz y cuál no.
Si tienes que recoger la orina para un cultivo, debes utilizar un envase estéril, recoger la primera orina de la mañana, lavarte antes bien los genitales y sólo recoger el chorrito del medio, es decir, no recojas la orina nada más comenzar la micción.
¿Cuál es el tratamiento de las infecciones de orina?
El antibiótico para el tratamiento de las infecciones de orina va a depender de factores como la edad, si estás embarazada o no y muy importante, de las resistencias a los antibióticos en ese momento.
Por eso es importante que no te automediques ni te tomes el tratamiento de tu amiga, consulta a tu médico para que te recomiende el antibiótico más eficaz en tu caso concreto.
Los antibióticos más empleados son la fosfomicina, la nitrofurantoína, la amoxicilina/clavulánico y la cefuroxima.
Es muy importante que además del antibiótico, bebas muchos líquidos y te acuerdes de hacer pis con frecuencia.
Si tienes infecciones de repetición lo primero es hacer un antibiograma para ver que antibiótico es más eficaz y probablemente, te pautemos un antibiótico de forma preventiva durante 6 o 12 meses.
Si las infecciones se asocian a las relaciones sexuales, te recomendaremos un antibiótico después de cada relación sexual, o 1 vez a la semana si tus relaciones son frecuentes.
¿Se pueden prevenir las cistitis?
Hay una serie de medidas que pueden ayudarte a prevenir las infecciones de orina:
– Bebe mucha agua y haz pis con frecuencia.
– Al limpiarte, hazlo de adelante a atrás para evitar que los gérmenes del ano contaminen la uretra.
– Haz pis después de las relaciones sexuales.
– No utilices perfumes ni desodorantes en la zona genital
– Si tienes la menopausia, el uso de estrógenos locales disminuye el número de infecciones de orina.
– Los preparados con arándanos, D-manosa o probióticos también disminuyen las cistitis.
No sé si con este artículo te he resuelto todas las dudas, espero que sí, pero si tienes alguna duda de tu caso en concreto, no dudes en contactar con nosotras (Enlace a consultas)