Consulta a tu ginecólogo si te has notado alguno de los síntomas siguientes y persisten durante un tiempo: Aumento del perímetro abdominal o hinchazón. Dolor abdominal o en la zona de la pelvis. A veces el dolor puede localizarse en la espalda y no suele modificarse con los movimientos. Falta de apetito o sensación de plenitud, a veces asociado a nauseas o vómitos. Cambios en el ritmo intestinal, como diarrea o estreñimiento. Sangrados irregulares fuera de la menstruación.